La insolación y la deshidratación pueden afectar más a los adultos mayores, ya que tienen menor percepción del calor y de la sed.
En épocas de altas temperaturas, las personas en general pueden sufrir sus efectos nocivos, como insolación o deshidratación.
El Ministerio de Salud Pública recomienda tener cuidados especiales con los niños, las embarazadas, personas con enfermedades crónicas en general y adultos mayores en especial, ya que estos tienen una sensación reducida del calor y de la sed.
En tal sentido, se destaca la importancia de:
·Tomar abundante líquido, especialmente agua. Se debe ingerir al menos dos litros por día, aunque no se sienta sed. Cuanta más edad tiene la persona, menor es su percepción de sed.
·Evitar salir a la calle durante las horas de mayor calor. En el caso de que esto resulte inevitable, caminar bajo sombra.
·Cubrir la cabeza con sombrero, gorra o sombrilla. Usar ropa cómoda, no ajustada, de colores claros.
·Proteger los ojos usando anteojos con filtro de protección ultravioleta (UV)
·Evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16, ya que en ese horario es mayor la intensidad de la radiación ultravioleta. Usar protector solar, aunque el día esté nublado.
·En lo posible, darse una ducha diaria, o refrescar el cuerpo con paños húmedos.
·Aumentar el consumo de frutas de la estación y verduras frescas.
·Hacer cuatro comidas diarias sin saltearse ninguna.
·Evitar las bebidas con alcohol, frituras, bebidas con cafeína y comidas calientes.
·En los hogares, elegir los ambientes más frescos.
·Si una persona mayor vive sola, debe estar en contacto con alguien cercano.
Ante dolor de cabeza, fiebre alta, sensación de boca seca y pastosa, piel seca y enrojecida, náuseas, vómitos, calambres, mareos, confusión y desorientación o pérdida del conocimiento, se debe solicitar asistencia en el centro de salud más cercano o a través del Sistema de Emergencias 911.
Además de los adultos mayores, los bebés y las personas que realizan actividades al aire libre, como policías, vendedores callejeros, deportistas, personal de mensajería, etc., tienen mayor riesgo de sufrir insolación y problemas en la piel como ampollas que pueden derivar en cáncer.
También presentan mayor riesgo las personas que realizan algún tratamiento con medicamentos que sensibilizan la piel al contacto con los rayos solares, como antibióticos, diuréticos, antiinflamatorios y antidepresivos.